Georgia es naturaleza en estado puro.
La frontera natural con Rusia son las salvajes Montañas del Cáucaso, que albergan el pico más alto de Europa, el Monte Elbrús. Georgia es, de hecho, un destino imprescindible para los amantes de la naturaleza. Gracias a lugares como el pueblo de Stepantsminda, cada paso es una recompensa. Georgia ofrece un equilibrio muy interesante entre naturaleza y patrimonio cultural, mantiene muy viva toda su cultura tradicional, basada en los vínculos familiares y en la devoción cristiana, además los georgianos son un pueblo hospitalario, les encanta divertirse y sobre todo se sienten muy apegados a su historia, como prueba la gran cantidad de leyendas antiguas que perviven en cada rincón del país.